sábado, 23 de abril de 2011

Opinión. Cuatro años y ocho asambleas después...Vanesa Martín Évora.


Son curiosas las cosas que pasan en estos días. De debajo de las piedras surgen políticos deseosos de darnos la mano, fotografiarse con nuestro hijos e interesarse por nuestros problemas. En el aire se escuchan miles de promesas que ya escuchamos hace cuatro años, pero que no se han cumplido por falta de voluntad, pues son las mismas personas que prometen las que tenían la posibilidad de realizarlas.

En todas partes se inauguran obras y edificios que no se podrán usar hasta pasado un tiempo, pero que corre prisa inaugurar. Los que ayer eran amigos y gobernaban juntos, hoy se tiran los trastos, y otros que se decían completamente diferentes, de repente, se han dado cuenta que son iguales y deciden concurrir juntos a las elecciones. Y yo me pregunto ¿dónde ha estado toda esta gente tan interesada en nosotros los últimos cuatro años? Porque por mi barrio no han pasado y conmigo no han hablado, ni tampoco con nadie que conozca.
Lo que sí puedo decir es dónde hemos estado nosotros: en la calle. Reuniéndonos con los vecinos y vecinas e interesándonos por sus problemas, pero no ahora que hay elecciones sino siempre.
En Sí se puede, por ejemplo, hemos puesto en marcha desde el principio una acción política marcada por la participación y el trabajo vecinal. En Granadilla, en donde hemos podido gobernar estos cuatro años, llevamos ejerciendo un proceso de presupuestos participativos único en Tenerife. Aquí, en Buenavista, también hemos sabido trasladar nuestro trabajo por los pueblos y barrios del municipio, convirtiéndonos en el altavoz de todos aquellos vecinos y vecinas que han participado, atreviéndose a romper con décadas de gobierno monocolor.
Con todas las dificultades hemos podido dar la palabra a la gente, a pesar de que en muchos municipios la actividad política, sobretodo si es con un partido que no está en el poder, todavía es un poco tabú, cuando no directamente castigada por los beneficiados por la alcaldía.
Seguro que ahora aparecerán muchos políticos besucones, de esos que sólo se veían en los periódicos o a veces ni en ellos, los verás ofrecerte su cariño a cambio de un voto. Parece que es lo que toca, sin embargo, calladitos pero sin parar, otros y otras hemos estado cuatro años junto a los vecinos, animando a participar, dándoles la oportunidad de hablar y saliendo a la calle junto a ellos y ellas. Un trabajo lento, pero seguro, al final lo que cuenta es eso, frente a las estrellas fugaces otros preferimos construir constelaciones de personas.