domingo, 31 de octubre de 2010

Opinión. Carta abierta a D. Juan Ramón Lucas. José Hernández.


Estimado Sr. Lucas, soy un ciudadano que por suerte o por desgracia, debido a la ubicación de mi centro de trabajo, no puede escuchar otra emisora de radio que trate temas de actualidad, y por eso escucho cada mañana su programa.

La radio donde usted trabaja, está financiada por los impuestos que al igual que de los de otros muchos ciudadanos que residimos en el Estado español, salen de mis bolsillos. Por este motivo, la radio pública, como usted mismo la llama, no sólo tiene el deber sino la obligación de ser totalmente imparcial, por lo que las opiniones o tendencias políticas de quien está informando, siempre deberían quedar al margen.
Como usted sabrá, las nuevas tecnologías, han hecho que cada día sea más fácil conseguir información veraz, o contrastar las informaciones que nos llegan, pero hay un amplio sector de la población que aún hoy sigue considerando como única información fiable la que se da en los grandes medios de comunicación y éstos, en su mayoría están al servicio de los lobbies que los financian de alguna manera, por lo que dan una información sesgada y totalmente parcial.
Decía en verano una catedrática en Ciencias de la Información que hoy en día no se puede creer nada de lo que sale en los periódicos ni en las radios sin antes contrastar esa información, puesto que ésta siempre obedece al poder. La gran mayoría de medios han dejado de ser medios de comunicación para pasar a ser medios de manipulación. Hoy, como usted sabrá, y más en tiempos de crisis, el periodista ha perdido su libertad, para convertirse en un esclavo del poder.
Llegados a este punto, usted se preguntará por qué va dirigida a usted esta carta, que dicho sea de paso, podría estar dirigida a cualquier periodista de un gran medio de comunicación, pero es usted el que trabaja en una radio que pago yo con mis impuestos y los demás se deben a sus jefes y a quienes les pagan. Aunque mirándolo desde otro punto de vista, quizás es usted lo bastante inteligente y ya sabe por qué le escribo, y qué tiene que ver lo que hace, con todo lo contado anteriormente.
Oyendo cada mañana su programa, no puedo sentir sino rabia e indignación por sus “coletillas” a algunas noticias de quienes se posicionan en rincones opuestos al suyo, ideológicamente hablando. Pasando usted mismo de ser un informador a un creador de opinión, o dicho de manera vulgar, un manipulador. Ejemplos de esto le podría poner muchos, por ejemplo, nunca le he odio decir cuando habla del Estado español “el régimen de Zapatero”, pero es muy frecuente oírle decir “el régimen de Hugo Chávez” para referirse al Estado venezolano. Antes de decir esto me gustaría saber cuál es el motivo. Podría recordarle ahora mismo que en 11 años que lleva el dirigente venezolano en el poder, se ha presentado a 12 elecciones y sólo ha perdido el referéndum de 2007, y esta derrota fue sólo por unas décimas, todas las elecciones se han celebrado con presencia de observadores internacionales, y ninguno ha denunciado irregularidades. Si usted tiene pruebas de lo contrario debería presentarlas. También le he oído hablar de cierre del cierre de medios de comunicación, otra verdadera manipulación por su parte, en Venezuela no se ha cerrado aún un medio de comunicación, el caso de RCTV, fue la finalización de una licencia y su posterior no renovación, como ha ocurrido en otros muchos países, pero que usted parece olvidar.
Pero siguiendo con este tema, podremos contrastarlo con el Estado español, donde sí que se han cerrado medios de comunicación como Egunkaria, que posteriormente se ha demostrado haber sido un cierre arbitrario, o por ejemplo una tirada completa de la Revista El Jueves… ¿es ésta la libertad de expresión de la que usted presume?
Los ejemplos de manipulación por su parte son muchos, sobre todo cuando se trata de países donde las ideologías no son de su agrado, como son los casos de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Cuba… pero nunca le oí denunciar las torturas y asesinatos en la Colombia de Uribe, o los desaparecidos que se le atribuyen al mandato de este presidente, que ascienden a más de dos mil.
Para terminar, sólo quisiera pedirle que antes de dar una noticia y poner el cuño de su opinión, lo piense un poco antes. Para opinar, ya tiene espacios de debate y opinión dentro de su programa, no lo haga en las noticias para intentar crear opinión. Si de verdad, como dice la publicidad, RNE da la noticia como sucede y sin opiniones, sea usted el primero en dar ejemplo y evite este tipo de comentarios.