viernes, 8 de octubre de 2010
Opinión. Bochorno socialista. Paco Déniz.
El bochornoso espectáculo producido por los jefes del PSOE de Canarias no ha dejado indiferente a nadie. Sobre todo a aquellas personas que, por no se sabe qué misterio, siguen pensando que estos pudieran ser una alternativa de izquierdas al actual gobierno conservador de PP-CC. Muchos votantes socialistas se cierran los ojos a ver si la realidad interna del partido cambia, pero no es así. No cambia, y si lo hace es a peor.
Cuando abren los ojos, las pugnas y las purgas internas siguen sucediéndose. Luchas de no se sabe cuántas familias, de no se sabe cuántos egos, y de no se sabe cuántas ambiciones por ocupar un escaño, son la tónica diaria del entramado social liberal de las islas. Y la cosa no tiene visos de detenerse, ni siquiera a las puertas de las elecciones de mayo. No hay ideología, sólo egos y encuestas de opinión que marcan la agenda de los barones empeñados en no trabajar más nunca en sus antiguos oficios. Guiados por la oscura tarea de medrar al soco de alguien con posibilidades de triunfo, se agrupan y desagrupan en torno a sus líderes ocasionales cual cardumen de peces desmemoriados. Desde luego que no es una mala inversión, es cuestión de tiempo y de aguantar carretas y carretones, de dejarse los escrúpulos en la mesa de noche, y de esperar a que incrédulos ciudadanos que sinceramente no desean que vuelva la derecha, vuelvan a depositar su voto cautivo esperando que, al menos para eso, sea útil: para impedirle el paso a la división azul. Anónimos ciudadanos que se resisten a admitir que la derecha habita en el PSOE apoltronado, bien en la oposición, bien en el gobierno; pero apoltronados. Desanimados ciudadanos que creen que el neoliberalismo es exclusiva del PP. En fin, ciudadanos que sabiendo que votar al PSOE es como votar en el Water, saben que siempre pueden tirar de la cisterna para no dejar rastro de su resignación.
Y Zerolo frotándose los ojos. No se lo cree. Cuando su menceyato iba proa al marisco, van todos los demás y se pelean. Es como la vida de Brian. PP, Ciudadanos y PSOE santacrucero a la greña por un puñado de asientos consistoriales y unas facturas míseras. En Aguere la oposición dispara al aire, sólo que aquí parece que el voto de izquierdas puede que sí vaya a parar a quienes representan una renovación profunda del pensamiento y la acción de izquierdas. Puede que sí se pueda en las próximas. La gente se ha dado cuenta de que la izquierda no está en el PSOE lagunero dirigido por Abreu. La ciudadanía se merece oxigenar el antro ególatra en que algunos han convertido el chalet común de la izquierda.