jueves, 21 de enero de 2010
"Tenerife en rojo", nuevo libro de Domingo Garí.
Acaba de llegar a las librerías un nuevo libro del profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de La Laguna y miembro de Alternativa Sí se puede por Tenerife, Domingo Garí. El trabajo lleva por título Tenerife en Rojo. Luchas obreras en la transición política, 1975-1977 y lo editó La Nave. Consiste en una investigación sobre las principales huelgas habidas en la isla y sus repercusiones en el modelo de transición. Además, incorpora revelaciones sobre la represión política desconocidas hasta el momento.
- Cuéntanos de que va tu nuevo libro
El libro trata de un periodo de intensas huelgas obreras habidas en la isla de Tenerife en el momento de la transición política. Como la época estaba plagada de conflictos laborales tuve que establecer un criterio que me permitiese acortar el periodo de estudio y hacerlo abarcable. Me incliné por seleccionar las huelgas que habían terminado convergiendo entre distintos sectores productivos y que terminaron en convocatoria de huelga general en la isla.
-¿Cuál crees que fue el motivo fundamental de la protesta?
El ascenso de las luchas obreras en la fase final del franquismo tuvo como causa principal la negociación de los convenios colectivos, con demandas muy justas de los trabajadores, porque en todos los casos estaban sometidos a condiciones de explotación penosísimas, normalmente mucho peor que las que sufrían sus homólogos peninsulares, las cuales eran durísimas también. La falta de conciencia de clase entre los mismos obreros y su inexperiencia sindical llevó a que fuese clave la participación de abogados o asesores externos, que se convirtieron en los diseñadores estratégicos de los conflictos. La función de los despachos y asesorías laborales devino en lugares de planificación de las huelgas, teniendo desigual fortuna en cada caso.
-¿Y por qué tomaste como referencia los años 1975-1977?
Entre 1975 y 1977 se producen cuatro asesinatos en la isla cometidos por la policía o la guardia civil. Estos asesinatos están enmarcados en el ciclo álgido de las luchas obreras en la isla. Los tres últimos desde luego, el primero de todos ocurrido en octubre de 1975 quizá sea la excepción, pero también ese asesinato se produce contra un obrero, y tal como analizo simboliza la brutalidad del último periodo del franquismo. Es un asesinato claramente enmarcado en el ciclo represivo tras la promulgación de la ley antiterrorista de ese año, y con él se inicia un periodo de castigo terriblemente duro en esta isla, que desde luego no está en sintonía con el nivel de protesta existente en el momento. La impunidad de ese asesinato quizá animó a otros energúmenos, como el famoso Matute Fernández, a sentirse impune tres días después para torturar hasta la muerte al obrero Antonio González Ramos.
- ¿Qué crees que puede aportar el libro a la sociedad actual?
En Canarias los estudios sobre este periodo que abarco son muy escasos y casi todos escorados hacia la historia política. En este trabajo se aborda la historia social y las repercusiones que ésta tuvo sobre la política. El relato tradicional sobre la transición nos cuenta que las negociaciones políticas habían sido el factor fundamental en el proceso de transición y que lo tratado en ellas fue el origen de las mejoras subsiguientes en las condiciones laborales y sociales de la clase obrera y de los trabajadores en general. Pues bien, yo lo que demuestro con esta investigación es que fue la lucha obrera la que mejoró las condiciones de vida de los trabajadores y que tales luchas, anticipándose y desbordando los Pactos de la Moncloa, y los pactos políticos asociados a ellos, elevo el nivel de conquistas sociales y de conciencia de clase y que ese factor fue determinante para que las mejoras consignadas por estos sectores en lucha fuesen luego extendidas al resto de la sociedad. En síntesis, lo que demuestro es que los sectores estudiados en este trabajo actuaron como verdadera vanguardia del conjunto de los trabajadores e incluso del conjunto de la sociedad, para que a partir de sus luchas se elevasen los niveles de conquista adquiridos en el momento de la transición. Creo que la investigación es una oportuna lección acerca de la necesidad de organizarse y de luchar, siempre que se quiera conseguir elevar los niveles de conciencia y de bienestar en una sociedad determinada. Y también me parece que deja claro la permanencia y la pertinencia de los intereses de clase en la sociedad capitalista. El libro, es también una invitación a pensar de nuevo el alcance y las consecuencias de la transición, a la vez que una invitación a que nuevos investigadores y nuevas investigaciones vayan poniendo luz en ese periodo tan cercano pero tan desconocido de nuestra historia.