Domingo Garí, candidato de la organización de izquierdas, considera “esta no es una guerra humanitaria, las guerras humanitarias no existen, más bien tiene que ver con que Libia es el octavo país en el mundo en la producción de petróleo”.

Alternativa Sí se puede manifiesta en un comunicado su oposición a la guerra desatada por el “colonialismo euro-norteamericano contra el pueblo libio”. El candidato al Parlamento de Canarias por Sí se puede, Domingo Garí, indica que “igual que buena parte de la población canaria y española se pronunció en contra de la guerra de Irak en 2003 cuando gobernaba Aznar, nos oponemos ahora, que gobierna Zapatero, a la intervención militar en Libia. El régimen de Gadafi ha sido armado y adulado por las potencias europeas. Ahora, si logran su derrocamiento, esas mismas potencias pondrán a dirigir el país a un nuevo sátrapa que se pliegue a los intereses del capitalismo euro-norteamericano, como han hecho en Afganistán y en Irak, por citar sólo los conflictos que aún andan en curso”. En 2003, afirma Garí, “dijimos no en nuestro nombre y hoy volvemos a decirlo. Las guerras colonialistas son las que han llevado a África al desastre en el que hoy se encuentra y desde luego no van a ser ellas, en su nueva versión de guerras mal llamadas humanitarias la que arreglen la situación”.
Además, desde Alternativa Sí se puede por Tenerife, exigen una vez más, como lleva haciendo el movimiento por la paz en este Archipiélago desde hace décadas, la declaración de las Islas como zona neutral y comprometida con la paz y el progreso de los pueblos del vecino continente. En palabras del portavoz Domingo Gari: “Nos oponemos a que nuestro espacio aéreo, nuestros mares, aeropuertos y puertos puedan ser usados por la OTAN en sus guerras de agresión contra los pueblos del continente africano. Acabamos de conmemorar el 25 aniversario del día en que el pueblo canario rechazó en referéndum (12 de marzo de 1986) su vinculación a la OTAN. Nuestro pueblo y nuestra tierra se merece la consideración y el respeto de los poderes del Estado y, en consecuencia, su declaración como territorio de paz y no agresión.”