jueves, 11 de febrero de 2010

Opinión. Una tila para Sindo. José A. Hdez. Martín.


Sí algún familiar que tenemos casi todos en Venezuela viniese después de 30 años, ¿conocería Candelaria? Estoy seguro de que no. En estas últimas décadas el municipio ha crecido de una manera desaforada. La planificación ha brillado por su ausencia o ha estado más en manos de especuladores que en las de los gestores municipales. En Candelaria apenas existen zonas verdes, apenas existen aparcamientos para la gran cantidad de coches que hay en el municipio y cada domingo vemos como se colapsa sin apenas solución.

El futuro de la economía de Candelaria pasa por una Playa que se ha empezado a construir en su primera fase y que cuenta con un proyecto que se está ejecutando de manera ilegal. El actual proyecto no tiene estudio de impacto ambiental a pesar de estar desarrollándose en dominio público. Advertido el grupo de gobierno de esta ilegalidad ha decidido pasarla por alto y no hacer nada, a pesar de que el sector pesquero profesional de la zona se está viendo gravemente afectado.
Hoy en Candelaria el PSOE gobierna, con una oposición más preocupada por si va a quedar en la conciencia o no del alcalde el derribo de Cho Vito, o de si la comparsa Tropicana al no recibir subvención, no pudo participar en los carnavales. Con una oposición así, subvencionada además por el mismo empresario, es normal que el equipo de gobierno se frote las manos y confíe en revalidar en las urnas un nuevo mandato, que si nada se les tuerce empieza a parecer inevitable.
En Candelaria hay muchísima gente que pasa por apuros, familias con todos sus miembros en el paro, los servicios sociales no dan abasto y el Ayuntamiento está cada vez más endeudado. Los pueblos del municipio sufren la lejanía y el desinterés del Ayuntamiento y ven día tras días como sus problemas siguen ahí sin que nadie se los resuelva.
Desde fuera de la corporación, un grupo de personas comprometidas con los ideales progresistas y ecologistas, que forman un partido llamado Alternativa Sí se puede, llevan ya más de dos años trabajando por intentar cambiar el rumbo de un municipio que camina sin destino propio y que cada vez parece más dirigido por el mismo empresario que lo ha diseñado.
Al principio de esta andadura el grupo de gobierno local parecía abierto a nuevas propuestas, escuchaba todas las sugerencias, e intentaba arreglar lo que se consideraba un problema para los vecinos del municipio. Esto fue así hasta hace algunos pocos meses, después de una reunión en la que se comprometió a arreglar algunas irregularidades, entre ellas la de la Playa de Puntalarga. No sólo en este tema, en el que habían prometido actuar y lo han dejado pasar, sino en sucesivas denuncias a las que han hecho caso omiso. Parece que desde que han visto que existen posibilidades reales de hacerles frente, empiezan a intentar ocultar todo el humilde trabajo de este grupo de personas, que por amor a su tierra han decidido dar un paso al frente, y como se suele decir, para muestra un botón, la prueba de este nerviosismo la pudimos comprobar el pasado martes 10 de febrero, cuando la portavoz de esta formación de izquierdas en Candelaria, denunciaba en un programa de radio el lamentable estado del polideportivo de Barranco Hondo. Segundos después llamaba José Sindo a ese mismo programa para replicarle. Sus modos y su forma de referirse a alguien a quien conoce personalmente, muestran un nerviosismo impropio de una persona de su experiencia política.
¡Que alguien le de una tila a este hombre para que se relaje, que todavía queda más de un año para las elecciones!