martes, 28 de abril de 2009

Güímar.Alternativa Sí se puede por Tenerife y el Foro en Defensa del Malpaís de Güímar, denuncian un atentado ecológico sobre el Camino del Socorro.

Las irregularidades que se están llevando a cabo en el Camino del Socorro por una empresa del Polígono Industrial de Güímar.


Estas dos organizaciones señalan que durante los años noventa y a comienzos de esta década, el pueblo güimarero se unió para proteger el histórico Camino del Socorro ante la desprotección del mismo por el desarrollo del Polígono Industrial Valle de Güímar y por las actividades humanas y urbanísticas que lo amenazaban. Ante este llamamiento popular al respeto de nuestro patrimonio natural y cultural, el Consejo de Patrimonio Histórico de Canarias decidió incluir el Camino en la lista de Bienes de Interés Cultural (BIC) de las Islas Canarias. Los motivos que presenta a su favor son el valor histórico y etnográfico asociado a una festividad religiosa del Valle como es la Romería de la Bajada del Socorro.



Añaden que, nuestra preocupación radica en que no sabemos si hay conocimiento por parte de las administraciones locales e insulares del uso irregular que actualmente se está dando al camino, ya que se está utilizando como vía de almacenaje para planchas de alto tonelaje de una empresa lindante al camino (en el comienzo del caserío de El Socorro).



Para los comunicantes, se está permitiendo por la administración responsable, en este caso el Ayuntamiento de Güímar y el Cabildo Insular de Tenerife (Área Área de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos), un atentado patrimonial y ecológico al tolerar ese tipo de actividad y no ejercer la vigilancia y custodia que el Camino requiere y reiteran que en caso de no tener conocimientos de estos actos, esperamos que solucionen este problema y no permitan que este Bien que tanto nos preocupa y que tanto valoramos los güimareros y la población del Valle, sea deteriorado y maltratado de esa manera.



Finalizan su comunicado cuestionando para qué sirven las figuras de protección del patrimonio natural y cultural, dónde está el límite y si correrá el mismo peligro nuestro Malpaís de Güímar.