Domingo Berriel, consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, en una entrevista ofrecida al periódico El Día, acusó a los ecologistas de Canarias de “tener una vida bastante resuelta” y de no ser “verdaderos” ecologistas. Además el consejero arremetió contra Sí se puede por su oposición a algunas grandes infraestructuras.
Para Domingo Garí, candidato al Parlamento de Canarias de Sí se puede, “las declaraciones de Domingo Berriel son un despropósito. De ella inferimos que le molesta que haya gente del pueblo que se organice y plantee otra forma de hacer las cosas.” En este sentido el portavoz de la organización ecosocialista añade que las acusaciones que el señor Berriel lanza contra Sí se puede “quedan totalmente desacreditadas. Nosotros somos el reflejo de una izquierda plural, ecologista y canaria organizada que se mantiene principalmente de las cuotas de sus militantes y del esfuerzo voluntario y desinteresado de decenas afiliados. El señor Berriel se cree que todos los que participamos en política estamos para cobrar un sueldo como ocurre en CC, como en otras ocasiones se equivoca”.
Según Garí “la trayectoria política del consejero lo convierte en el menos indicado para definir lo que es un ecologista o lo que no. Lo que el señor Berriel nos reprocha es que en Sí se puede, tengamos ideología, que propongamos nuestras soluciones ecosocialistas. Como si sólo ellos pudiesen tener el derecho a plantear cuestiones políticas. Creemos que es un signo de prepotencia hacer este tipo de declaraciones, claramente irrespetuosas con la democracia y la diversidad política. CC lleva muchos años gobernando sin sentir la labor de una verdadera oposición en los grandes asuntos pendientes, y la aparición de Sí se puede en el escenario político les pone nervioso y furiosos, eso explica, pero no justifica estos tipos de declaraciones intempestivas a las que se están aficionando los dirigentes de CC”.
Finalmente para el portavoz de Sí se puede considera que las declaraciones de Berriel son un ejemplo de la visión “trasnochada y sectaria del Gobierno de Canarias con respecto a los movimientos sociales que les plantean una oposición firme y argumentada”.
