jueves, 22 de abril de 2010
Opinión. La música del gimnasio. Paco Déniz
Me lo suponía, pero ahora estoy seguro; ya sé para que sirve la música de Bisbal y Shakira. Sirve para la prueba de corazón que te hacen en el gimnasio. Consiste ésta en medir tu aguante encima de la bicicleta oyendo sus bodrios acústicos. Aunque no pedalees. Da igual. Se trata de comprobar si tu cardiovascular puede soportarlo. Si a ello le añades música tuneada que te machaca el espíritu, y alguna que otra leyenda de cómo fulanito adelgazó 30 kilos, entonces tú estás preparado para hacer spinnig. Posees el corazón de un becerro. Y una de dos, o muchos monitores tunean coches, o recorren la ruta del bacalao. O eso, o el monitor de monitores se crió en la puerta de una discoteca con los de Gran Hermano. Porque de lo contrario, no se entienden semejantes gustos musicales.
Por si fuera poco, te ponen un tipo de regatón latino que da náuseas y que fuera denunciado por organizaciones feministas y alguna que otra institución. Con unas letras del tipo: Soy el macho de la noche/ mami como me pones. Mueve tu culo/, mueve tu culo/, cómemela. Creen que eso te da marcha, pero a mí me pasa como a Perico Delgado, que me entras ganas de botar la bicicleta pa’l carajo y echarme un pizco en la siguiente curva.
A pesar de ello, a veces, te cambian el monitor y la música y te demuestran que el spinning puede ser completísimo con música chachi. El otro día nos pusieron la banda sonora de Grease y la de La Naranja Mecánica y llegamos al Teide en dos patadas. Luego la de Pipi Calzas Largas, una versión acide jazz de Verano Azul y otra de Shrek, y alucinamos. Ni Contador nos alcanzó esa tarde. Algún mal pensado dirá que lo mío es un prejuicio ideológico, pero no, se lo juro, agradezco hasta la banda sonora de Rocky Balboa. Con esa música apretas la bicicleta y llegas a La Corujera en dos pedales. Pero mano; los brincos de Bisbal y el falsete de Shakira ¡más nunca! que me echan a perder a la juventud. Una juventud hortera, sin compromiso y tuneada, que vota al PP, que no ha oído a Pink Floid, que no sabe que el Funk y el Soul existen, …, una juventud que no ha aprendido a relajarse, a estirar musculatura, y a respirar profundamente con Barry White. Estos sonidos también son eficaces acompasando el rendimiento, que es de lo que se trata.