Después del éxito que supuso la negociación con el Ayuntamiento de La Laguna que, con el apoyo y asesoramiento jurídico de Sí se puede, permitió que esa institución enmendase el tremendo erro que cometió y que las agricultoras-vendedoras del Mercadillo se pudiesen incorporar de nuevo a sus puestos de trabajo, se llevó a cabo un almuerzo de celebración, que sirvió para disipar las tensiones acumuladas y además para fortalecer lazos en el colectivo, en vistas a la conformación de una asociación de agricultoras-vendedoras, que permita defender mejor sus intereses, los de los consumidores y la producción de los productos del país.