sábado, 30 de junio de 2007

Documento aprobado por la Coordinadora Insular de Alternativa Sí Se Puede por Tenerife sobre el acuerdo local alcanzado en Granadilla


En este documento se plantea una argumentación razonada del acuerdo adoptado recientemente por Alternativa Sí Se Puede por Tenerife con relación al gobierno municipal de Granadilla de Abona. Las ideas se ordenan en 10 puntos que, sin más preámbulo, pasamos a exponer:


1. El grupo municipal del PSOE que gobernaba en Granadilla no representaba a la izquierda.

Uno de los puntos fundamentales del programa de Alternativa Sí Se Puede por Tenerife es la regeneración democrática. Entre las bases esenciales para conseguir este objetivo se encuentra el combate al caciquismo y la corrupción.

Para muchas personas de fuera de Granadilla situadas en el ámbito de la izquierda alternativa tinerfeña, el exalcalde Jaime González Cejas podía ser más o menos conocido como un señor que apoyaba con bastante entusiasmo el Puerto de Granadilla y algunas otras grandes infraestructuras previstas en ese municipio: la planta desgasificadora, la segunda pista del Aeropuerto del Sur —que con su nueva terminal, y ambas ubicadas a considerable distancia de la anterior, representa prácticamente un tercer aeropuerto para la Isla—, la Plataforma Logística del Sur y el Circuito de Alta Velocidad, entre las principales. Como han señalado algunos de nuestros compañeros en el municipio, quien mejor desarrolló hasta ahora las políticas de Coalición Canaria en el Sur es el PSOE que gobernaba en Granadilla.

En definitiva, Cejas podía ser percibido como un tipo partidario del desarrollismo y poco simpático para las gentes más progresistas de la Isla. Sin embargo, resulta mucho menos conocido el alcance de su degeneración autoritaria, derechista y antidemocrática.

Tras 16 años de gobierno, el PSOE instalado en el Ayuntamiento de Granadilla representaba tres cosas básicas: el caciquismo, la implantación de redes clientelares y la corrupción. Todo ello aderezado con modos y comportamientos autoritarios y la generalización de manifestaciones de abuso del poder. Son muchos los casos y ejemplos que se podrían poner al respecto. Aunque no es todavía de dominio público, conviene saber que el exalcalde Jaime González Cejas está siendo en estos momentos investigado por la fiscalía anticorrupción. Al parecer, esa investigación abarca también a varios concejales más del anterior grupo de gobierno. Es bien sabida en Granadilla la contratación por parte del Ayuntamiento de empresas constructoras propiedad de algunos de estos concejales. Todo apunta a que cuando se abra el correspondiente proceso judicial el mismo concluya, junto a otras penas, en la inhabilitación política de los afectados. Conviene retener esta idea debido a algunas cuestiones que se comentarán más adelante.

2. Alternativa Sí Se Puede por Tenerife en Granadilla se presentó ante los electores como una opción política para cambiar al anterior grupo de gobierno.

El lema electoral de nuestro partido en Granadilla fue, significativamente: “Por el cambio. 16 años, ¡ya está bien!”, en clara alusión al periodo de mandato del PSOE. De igual modo, nuestros carteles presentaban al candidato Antonio Cabrera como “El alcalde del cambio”. Esta idea–fuerza de nuestra campaña electoral (la necesidad de que se produjera una regeneración democrática en el Ayuntamiento de Granadilla) partía de un diagnóstico muy claro, que ya hemos explicado en el punto anterior: si el PSOE instalado en el ayuntamiento granadillero representaba el entramado neocaciquil, resultaba imprescindible desalojarlos del poder.

En Granadilla —como en algunas otras partes— la campaña electoral de Sí Se Puede se desarrolló a través de una comunicación directa y personal con los potenciales electores. No se celebraron mítines, pero sí que se instalaron multitud de mesas informativas, en las cuales las personas candidatas dialogaron profusamente con el público informando de los contenidos de nuestro programa, recibiendo asimismo numerosos mensajes de apoyo a la necesidad de sanear políticamente el Ayuntamiento. En este sentido, se puede afirmar sin lugar a dudas que Sí Se Puede adquirió en Granadilla un compromiso ‘de tú a tú’ con mucha gente de que ésa iba a ser nuestra tarea principal.


3. La oportunidad (y la responsabilidad) de derribar a un cacique.

Los resultados electorales son bien conocidos. Se produjo un empate en concejales entre dos bloques: el PSOE con 10 y la suma de CC + PP, con 7 y 3 respectivamente; ASSPxT obtuvimos 1.

El PSOE bajó en dos concejales, aunque siguió siendo el partido más votado del municipio. Sin embargo, es conveniente repasar lo que muestra la experiencia política general: cuando un grupo que ostenta el poder obtiene una bajada significativa de concejales y, como en este caso, pierde la mayoría absoluta, es porque existe una corriente de fondo potente que anhela el cambio. En situaciones convencionales los grupos que detentan el poder nunca se derrumban estrepitosamente (por ejemplo, pasando de 12 a 3 concejales, o cosas por el estilo). Esto es debido a que el propio hecho de ejercer el poder lleva aparejado un cierto nivel de voto cautivo, que es tanto mayor cuanto más se ejercen políticas caciquiles y clientelares: se cuenta con el voto asegurado de muchas personas mayores, de la gente que percibe prestaciones sociales —y a las que se les transmite el mensaje de que éstas peligran si cambia el grupo de gobierno—, de las personas contratadas temporalmente por el Ayuntamiento —y a las que también se les sugiere que la continuidad de su contrato depende de quien siga gobernando—, etcétera. Por estas razones, y aunque lo anterior sea un fenómeno imposible o difícil de cuantificar en cifras, consideramos que la pérdida de mayoría absoluta se debe interpretar como una señal cualitativa muy importante del anhelo mayoritario de cambio, expresado de forma más clara por aquellos colectivos que pueden votar en condiciones de mayor autonomía personal y política.

En cualquier caso, la suma de los votos de las otras tres fuerzas que obtuvieron representación superó con creces la mitad de los sufragios. Fueron, por tanto, mayoría las personas que votaron por un cambio en Granadilla. Bajo tales circunstancias, le correspondía al concejal electo de Alternativa Sí Se Puede por Tenerife la responsabilidad de inclinar la balanza a uno u otro lado del espectro.

La ‘respuesta automática’ que acude a la mente de la gente de izquierdas, y que no conoce a fondo (ni tiene por qué) la realidad local, era lógicamente una: formar un bloque de progreso entre el PSOE y Sí Se Puede. Pero adoptar esta postura suponía incurrir en una gravísima responsabilidad: la de perpetuar en el gobierno local a un cacique, y más allá de su persona, la de mantener toda una trama caciquil y clientelar asociada a estas políticas antidemocráticas.

Sin duda, han sido muchos los gobernantes locales con maneras caciquiles en Tenerife y en el conjunto de Canarias. Responden a distintas siglas políticas; por ejemplo: en Santa Cruz de Tenerife, San Juan de la Rambla o Santa Úrsula, a Coalición Canaria; en Arafo, Telde o Mogán, al Partido Popular; en Adeje, El Rosario o el Cabildo de La Gomera, al Partido Socialista. Mucho nos gustaría poder librarnos —democráticamente, se entiende— de todos estos caciques y de muchos más. Pero el asunto es que ahora teníamos delante de nosotros la oportunidad histórica de derribar al de Granadilla. No estaba en nuestra mano, por ahora, ninguna otra, pero sí esta posibilidad. Y cuando se produce este tipo de oportunidad, se tiene la responsabilidad de aprovecharla y ejercerla.


4. La opción de apoyar a un PSOE sin Cejas.

Como se ha difundido, una de las opciones que se barajaron a lo largo de las dos semanas de negociación consistía en pactar con el PSOE a cambio, entre otras cosas, de que dimitiera el exalcalde, y eventualmente algunos concejales más. Hubieran entrado, en sustitución de los dimitidos, algunas personas situadas más atrás en la lista. En esa hipótesis, Sí Se Puede apoyaría a un alcalde del PSOE distinto a Jaime González Cejas (el cual se situaría fuera de la corporación).

Esta oferta se nos hizo por un sector de personas del Partido Socialista a nivel insular. La propuesta iba acompañada de otras cuestiones, como el reparto de áreas de poder municipal, y la posibilidad de un ‘reposicionamiento’ del PSOE tinerfeño con respecto a algunas grandes infraestructuras —sobre este último asunto volveremos más adelante—. No sabíamos con certeza el grado de verosimilitud de la oferta, en la medida en que quienes la estaban formulando no eran los responsables de la dirección insular socialista.

En cualquier caso, lo más importante a destacar aquí es que el diagnóstico realizado por nuestros compañeros en Granadilla, que coincide en buena medida con una percepción popular bastante extendida en el municipio, era que ya no bastaba con echar a una, dos o tres cabezas visibles del caciquismo local. Por el contrario, el alcance de la trama caciquil desplegada a lo largo de cuatro legislaturas implicaba la necesidad de desalojar del poder al conjunto de ese partido, so pena de que se mantuviera (o se reprodujera con mucha facilidad) el mismo problema que estamos combatiendo. Alguien lo expresó con una imagen muy rotunda: no se trata de cortar dos o tres rejos, se trata que acabar con el pulpo.

El tiempo dirá si, en Granadilla, un PSOE renovado y regenerado puede volver a ser un aliado fiable en el campo de la izquierda. Sin duda, en Granadilla, como en tantas otras partes, el Partido Socialista Obrero Español cuenta en sus filas con personas honorables, socialistas o socialdemócratas auténticas y honestas. Aquí nos estamos refiriendo a la gente que, en nombre de ese partido, ha ejercido un mal gobierno local durante estos años. Con esa gente no es posible compartir viaje: ni nosotros estábamos dispuestos, ni buena parte de la gente de Granadilla, empezando por quienes nos votaron, nos lo hubiera perdonado.


5. ¿Qué otras posibilidades nos quedaban?

Desde fuera de Granadilla algunas personas ya informadas del alcance de la corrupción del PSOE municipal sugerían, con toda su buena intención, que nos abstuviéramos en la votación a la alcaldía (o bien, en otra versión de lo mismo, que nuestro candidato se votara a sí mismo) y que después no entráramos en componendas con ninguno de los otros grupos.

Cualquiera de las dos acciones anteriores implicaba la elección automática de González Cejas como alcalde: al producirse el empate referido (diez a diez), resultaría elegido el cabeza de la lista más votada, esto es, la del PSOE. Por tanto, si se quería propiciar un cambio y la democratización efectiva de la vida municipal, sólo nos quedaba la opción de votar a la cabeza de la siguiente lista más apoyada (Coalición Canaria) en la persona de Carmen Nieves Gaspar, que tenía ya asegurados los siete votos de su grupo, más los tres del Partido Popular.

Eso fue, justamente, lo que hicimos el sábado 16 de junio (día de la investidura, por imperativo legal, en la mayoría de los ayuntamientos del Estado Español). Ahora bien, una vez elegida la alcaldesa, como líder de un bloque CC–PP, ¿qué resultaba más aconsejable? ¿Pasarnos a la oposición —como sugerían algunas voces dentro y fuera de nuestro ámbito político— para desde allí seguir ejerciendo nuestro papel de llave de las votaciones durante el resto de la legislatura? ¿O bien participar en las tareas de gobierno asumiendo la responsabilidad de algunas concejalías y la posibilidad de controlar la gestión municipal? Responder a estas preguntas requiere conocer primero algunas informaciones adicionales.


6. Sí Se Puede en Granadilla como opción de gobierno

En el municipio sureño, y junto a la idea de propiciar un cambio, nuestra opción política concurrió a las elecciones con otro mensaje claro: somos una fuerza con capacidad de gestionar y de desarrollar políticas sociales avanzadas.

En todas las demás circunscripciones donde nos presentábamos nuestro propósito más razonable era que, en caso de resultar elegida nuestra gente, desempeñaría tareas de oposición. Una oposición radical, constructiva y argumentada, pero oposición al fin y al cabo. La razón por la que en Granadilla pudimos lanzar ese otro mensaje y, sobre todo, la posibilidad de que éste resultara creíble a la mayoría de nuestro electorado, se debe a circunstancias históricas particulares que es bueno repasar.

Nuestro candidato local, Antonio Cabrera, había sido ya concejal electo por Iniciativa Canaria (ICAN) en la legislatura 1991–1995. En aquella ocasión se habían producido unas circunstancias parecidas a las actuales, aunque no idénticas. El alcalde ‘tradicional’ del municipio, que venía gobernando desde bastante tiempo antes (primero por la UCD y luego en las filas de ATI) perdió la mayoría absoluta. El principal partido de la oposición, el PSOE, pudo acceder entonces al gobierno con los apoyos de ICAN y del Partido Popular, con un concejal cada uno (en aquella ocasión no teníamos la ‘llave completa’, sino sólo ‘la mitad’). Antonio Cabrera asumió entonces una concejalía amplia que incluía, entre otras, las responsabilidades de Cultura, Educación y Desarrollo Local.

El balance del trabajo realizado en aquellos cuatro años resulta impresionante. Se puso en marcha la Agencia de Desarrollo Local (que impulsó numerosas iniciativas, entre ellas los primeros pasos del turismo rural en el municipio, que ha dado resultados satisfactorios). Se creó el Mercado del Agricultor, una iniciativa socioeconómica que va mucho más allá de la infraestructura física que lo alberga en San Isidro: representa un duro esfuerzo de ‘ingeniería social’ para animar, convencer e impulsar la organización de un montón de productores agrarios para que, en unos tiempos tan difíciles para la agricultura de mercado interior como los actuales, no arrojaran la toalla y consolidasen un canal de comercialización directa, libre de intermediarios; sin lugar a dudas, el Mercado del Agricultor de Granadilla ha sido un factor importantísimo que ha animado durante todos estos años el mantenimiento y hasta la recuperación de la producción agraria de medianías en la comarca de Abona. En el terreno educativo se pusieron en marcha el Aula de Educación de Adultos y la delegación local del Instituto de Bachillerato a Distancia (IBAD): dos servicios fundamentales para un municipio del Sur donde mucha gente abandonó demasiado pronto los estudios, atraídos por el imán del trabajo en la construcción y los servicios. También se creó la primera Escuela de Música de Tenerife (que hoy languidece, pero que constituyó un referente del modelo que reorganizó el sistema de enseñanzas musicales de la Isla). Programaciones anuales de cultura popular como ‘Sansofé’ (que se ha mantenido hasta la fecha), edición de libros, los inicios del ambicioso programa ‘Natura y Cultura del Jable’, el justo reconocimiento a pintores y escritores nativos de Granadilla largo tiempo olvidados, y muchas iniciativas culturales más florecieron a lo largo de aquella legislatura. (1)

Se pueden seguir mencionando otras iniciativas que harían aún más larga la relación anterior. Pero lo importante es comprender las razones que hacen que nuestro compañero Antonio Cabrera sea percibido localmente como un gestor eficaz; una persona cuya capacidad de trabajar en equipo y de impulsar mejoras tangibles y positivas esté siendo apreciada incluso por personas granadilleras de ideología no necesariamente coincidente con la nuestra, pero buenas conocedoras de la realidad local.


7. El riesgo de dejar gobernando en solitario a Coalición Canaria y Partido Popular

Lo que explicamos en el punto anterior puede servir para entender por qué a mucha gente, dentro del ámbito local de Granadilla, le costaría asumir que Alternativa Sí Se Puede no aprovechara la oportunidad de desarrollar una gestión positiva en el gobierno municipal. Pero existe otra razón, tal vez más poderosa y genérica, que influyó en nuestra decisión del pacto. Si por las razones antes apuntadas nosotros optábamos —como así hicimos— por hacer posible que la cabeza de lista de CC accediera a la alcaldía, y luego ésta formaba grupo de gobierno en exclusiva con sus concejales y los del PP, eso suponía otorgarle a la derecha el poder municipal, renunciando a los mecanismos más efectivos de control y fiscalización de su gestión. Esta idea requiere ser explicada con mayor detalle.

La izquierda tiene una larga experiencia de desarrollar labores de oposición. En muchos casos ésta se puede ejercer de manera razonablemente digna (Iniciativa por La Orotava sería un buen ejemplo de ello), impulsando la participación desde dentro y desde fuera de los ayuntamientos. Pero como sabe también la gente que trabaja en o con las administraciones locales, el nivel de burocratización y de papeleo que acarrea hoy en día la tramitación de todos los expedientes dificulta muchísimo su control y fiscalización efectivo. Eso sin contar la realidad, frecuente, de que los que gobiernan lo hagan desde el oscurantismo, la falta de transparencia, y añadan dificultades adicionales —amparándose incluso en la legalidad— al seguimiento de los expedientes. Tenemos, insisto, numerosas evidencias de ello.

Por tanto, si hemos tenido la posibilidad de derribar a un cacique, y la hemos ejercido, también corremos ahora el riesgo de propiciar que se instale una nueva mayoría que pueda ir derivando otra vez hacia prácticas caciquiles, si la dejamos desprovista de ataduras efectivas. Éste fue el motivo adicional y estratégico que llevó a nuestros compañeros y compañeras de Granadilla a preferir implicarse, asumiendo la gestión de determinadas concejalías, y participando en la Comisión de Gobierno, en el gobierno del Ayuntamiento de Granadilla, en definitiva. Y la iniciativa de participar en la gestión municipal no se tomó entregando un cheque en blanco. Bien al contrario, se planteó una negociación exigente —teniendo en cuenta además que sólo disponemos de un concejal— cuyos resultados se exponen a continuación.


8. El pacto local en Granadilla: condiciones y reparto de responsabilidades y compromisos

Con carácter general, el acuerdo suscrito junto a CC y PP se plantea como objetivos la regeneración democrática de la institución municipal, el freno al crecimiento urbano caótico y a las grandes obras de infraestructura innecesarias, el impulso a la participación ciudadana y el establecimiento de políticas sociales, culturales y ambientales avanzadas y orientadas a la sostenibilidad. Esto se concreta en las siguientes ideas básicas:

  • Lo primero que hará el nuevo equipo de gobierno es encargar una auditoría externa e independiente de la gestión anterior realizada por el PSOE. Cualquier irregularidad o ilegalidad que eventualmente se pudiera descubrir se pondrá en conocimiento de la justicia, facilitando su trabajo de investigación actualmente en curso.
  • Se revisará el actual Plan General de Ordenación de Granadilla, para reconducir el caos urbanístico y frenar la especulación. Esto incluye llegar hasta donde sea legalmente posible para paralizar, entre otros, el Plan Parcial “Las Tabaibas” (2) junto a San Isidro, y varias urbanizaciones previstas en el litoral de La Tejita.
  • El Ayuntamiento asumirá todas las acciones institucionales posibles en contra del Puerto de Granadilla y de las demás grandes infraestructuras que afectan al municipio: Segunda pista del Aeropuerto del Sur, Plataforma Logística, Regasificadora, Circuito de Alta Velocidad…
  • ASSPxT obtiene la primera tenencia de alcaldía. En la Comisión de Gobierno, el reparto de fuerzas es ASSPxT=1, CC=7 y PP=3, por lo que hay una mayoría garantizada (ASSPxT + CC) para el apoyo a las iniciativas señaladas en el punto anterior, sobre todo las que vayan en contra del puerto de Granadilla.
Respecto al reparto de competencias, la situación es:

  • ASSPxT asume una concejalía amplia que incluye: Cultura, Patrimonio, Medio Ambiente, Agricultura y Consumo Responsable. (3) Se trata de sectores donde ASSPxT cuenta con un proyecto político de ideas avanzadas pero realistas, capaces de ser abordadas desde la gestión municipal.
  • Aunque otras áreas ‘estratégicas’ de la política municipal no son gestionadas directamente por el único edil de Sí Se Puede, nuestra organización sí cuenta con algunos mecanismos de control de las mismas: en concreto se trata de la contratación de tres personas de confianza que colaborarán con el concejal para hacer un seguimiento exhaustivo de todos los expedientes que se generen en Urbanismo, Personal y Servicios Sociales. De este modo se pretende evitar que se reproduzcan casos de corrupción en la gestión urbanística, enchufismo y políticas mafiosas en la contratación de personal, y la repetición del clientelismo en las políticas sociales que ha llevado a cabo el PSOE.
  • Las competencias de Urbanismo son asumidas directamente por la alcaldesa, Carmen Nieves Gaspar, de CC.

Finalmente, es importante destacar que Sí Se Puede en Granadilla rechazó en todo momento la oferta recibida desde varias partes de llegar a ocupar la alcaldía del municipio, por considerarla una burla a los resultados electorales, y una falta de respecto a la ciudadanía y al rigor cívico


9. La cuestión del puerto de Granadilla

Por su trascendencia estratégica, este asunto merece una atención especial. En buena medida, Alternativa Sí Se Puede por Tenerife surge, surgimos, como consecuencia de la oposición de sectores críticos de la ciudadanía al actual modelo de desarrollo. Dicho modelo tiene sus principales bazas estratégicas en las grandes infraestructuras. Y entre todas ellas, el puerto de Granadilla se ha convertido en un símbolo de referencia central del modelo global que rechazamos.

Tras las elecciones, algunas personas a nivel insular del PSOE nos plantearon la posibilidad de que ese partido en Tenerife estaría dispuesto a reconsiderar su posición política con respecto a esta gran infraestructura, a cambio de conservar la alcaldía de Granadilla (y contando con la participación en el gobierno local de ASSPxT). Como ya se dijo, ignoramos el alcance real de esta aseveración, en la medida en que las personas que la hacían no son las que dirigen el PSOE tinerfeño, además de que una decisión de tal calibre probablemente exija modificar los acuerdos adoptados anteriormente en un congreso insular socialista.

Lo que sí podemos tener claro es que, en la situación actual, la pelota del puerto de Granadilla reposa sobre el tejado del PSOE central en Madrid. Son ellos, o su administración derivada periférica —la Autoridad Portuaria— quienes aprueban el proyecto, presionan a la Comisión Europea de Bruselas para que ‘destrabe’ los reparos ambientales, recaban los fondos necesarios y licitan las obras. Todo eso tiene lugar también, como es sabido, merced a las fortísimas presiones ejercidas por el Gobierno de Canarias, y por el principal partido que hasta ahora lo ha conformado, Coalición Canaria, empujando el desgraciado expediente del puerto de Granadilla. Pero ahora son los Ministerios de Fomento y de Medio Ambiente, ambos del Gobierno Central, los que tienen en sus manos revertir la situación: paralizando y retirando definitivamente el proyecto, tal como hicieron en su momento —en una decisión valiente y que les honra— con la retirada del Trasvase del Ebro y la modificación del Plan Hidrológico estatal.

En su momento ya presenciamos la posición de Cristina Narbona, contraria al puerto desde la oposición, y su cambio de postura cuando accedió a la jefatura del Ministerio de Medio Ambiente. Estamos un poco cansados de escuchar a los que entonan brindis al sol.

Por todo eso, en Alternativa Sí Se Puede por Tenerife, tanto a nivel insular como —es importante recalcarlo— a nivel local de Granadilla, existe un consenso en torno a la siguiente idea: en caso de que en un plazo razonable (un año y medio o dos), el PSOE estatal a través de su gobierno central en Madrid tome el acuerdo de retirar el proyecto del puerto industrial de Granadilla, nuestra fuerza política está dispuesta a reconsiderar el pacto local suscrito actualmente en ese municipio. Es decir, un cambio de nuestra posición se tomaría sólo en presencia de una razón de fuerza mayor, que haya sido tomada por la entidad que tiene las verdaderas competencias al respecto.

En cuanto al plazo sugerido, obedece a dos circunstancias: por un lado, asegurar que esa decisión tenga carácter firme, y eso requiere esperar a la celebración de las próximas elecciones generales, para ver quién obtiene el gobierno y toma —o no— tal medida; por otro, esperamos que entre tanto se pueda llevar a cabo la efectiva regeneración democrática del Ayuntamiento de Granadilla, así como que si alguien del PSOE local tiene algún problema con la justicia, ésta haya tenido tiempo de intervenir y poner a cada cual en su sitio.


10. A modo de conclusión

No se nos escapa que la crisis de Granadilla ha generado en nuestra gente y en nuestro entorno, social y electoral, confusión, dudas e incertidumbre. Y así como en el ámbito local de Granadilla se comprende y se apoya con entusiasmo la decisión tomada, fuera de ahí todo esto nos genera severas dificultades.

Aún nos queda seguir desplegando un esfuerzo importante de explicación, para que la ilusión y el entusiasmo que Sí Se Puede ha empezado a generar en nuestro pequeño país siga adelante. Pero ese esfuerzo lo podemos abordar desde la convicción de que actuamos de la mejor manera, dadas las particulares circunstancias del caso (que no son, ni serán nunca en la vida real, las ideales). Y que a pesar de lo difícil que resulta entenderlo al principio y desde fuera, hemos hecho lo correcto. Estamos plenamente convencidos de ello. También lo estamos de que nuestra decisión quedará mejor contextualizada a medida que se vaya conociendo el alcance de la mala e irregular gestión anterior del PSOE municipal de Granadilla; y cuando, a su vez, se vaya desarrollando la política social progresista y comprometida con la sostenibilidad desde la concejalía asumida por Alternativa Sí Se Puede por Tenerife en Granadilla de Abona.


Tenerife, a 26 de junio de 2007




(1) No es malo recordar, de paso, que algunas de estas iniciativas (y en particular la del Mercado del Agricultor) encontraron su principal obstáculo… en la alcaldía de Granadilla ejercida por Jaime González Cejas, que retrasó inauguraciones o hizo todo lo posible para apuntarse tantos ajenos. Luego, en las elecciones de 1995 el PSOE alcanzó la mayoría absoluta que, en una medida nada desdeñable, se consiguió gracias a la rentabilización del trabajo desplegado por Antonio Cabrera. Éste, en cualquier caso, volvió a ser elegido concejal por el partido ‘Iniciativa por Granadilla’ (sucesor local de ICAN, pues ya ésta se había desdibujado al integrarse en Coalición Canaria, a la que el grupo de Granadilla —como sucedió en La Orotava con IPO— nunca se quiso vincular). Jaime González Cejas amparado en su mayoría absoluta, prescindió de los servicios del concejal de izquierdas, practicando desde entonces una política de ostracismo y boicot a muchas de sus propuestas.

(2) El Plan Parcial “Las Tabaibas”, es un proyecto de nueva zona urbana de unos 500 mil metros cuadrados, con alturas que en algunos casos llegan a alcanzar las 13 plantas, y que multiplicaría la población potencial de San Isidro Se intentó aprobar por el PSOE en el último pleno de la anterior corporación, celebrado después de las elecciones del 27 de mayo (con el Ayuntamiento ya en funciones). Las protestas de los grupos de oposición y la advertencia de ilegalidad por parte del Secretario frenaron el que hubiera sido el último de los desmanes cometidos por el gobierno municipal de González Cejas

(3) Esta parcela de Consumo Responsable, que ha sido objeto de algunos comentarios malintencionados, requiere una pequeña explicación adicional. Como ya se dijo, la gestión de Antonio Cabrera a principios de los años noventa hizo posible desarrollar el Mercado del Agricultor y toda la red organizada de productores agrarios que lo sustenta. Desde entonces hasta hoy, tanto en el terreno teórico como práctico, en nuestro País y fuera de él, se ha avanzado en la formulación del concepto de Soberanía Alimentaria, como expresión del derecho de las poblaciones a garantizar al menos la mitad de su abastecimiento de comida con recursos locales o cercanos. Las ideas que promueve el grupo de ASSPxT en Granadilla pasan por profundizar en este concepto vinculándolo de manera estrecha al de consumo consciente y responsable. Así se persigue apoyar desde el Ayuntamiento el que la comida de los comedores escolares proceda de productos agrarios de la Comarca, a ser posible ecológicos; impulsar con energía campañas institucionales de apoyo al consumo de alimentos locales; apoyar también el comercio justo, y un largo etcétera. En definitiva, una política nueva y progresista, que va mucho más allá de las oficinas municipales de atención al consumidor, habituales en casi todos los ayuntamientos.