martes, 9 de septiembre de 2008

Alternativa Sí se puede por Tenerife exige al Cabildo Insular la tramitación inmediata de las Reservas Marinas de Interés Pesquero de Anaga y Teno

La formación de izquierdas denuncia las presiones ejercidas por Dámaso Arteaga, Consejero de Deportes de esa institución, que, haciéndose eco de los intereses de algunos propietarios de embarcaciones deportivas, ha conseguido paralizar la declaración de estas zonas como Reservas Marinas.

Motivado por la desastrosa situación de los recursos pesqueros de bajura en nuestra Isla, y por consiguiente del sector pesquero profesional, el Cabildo Insular de Tenerife inició en julio de de 2004 los trabajos biológicos, ecológicos y sociológicos, para la creación de dos Reservas Marinas de Interés Pesquero (RMIP), una en Teno y otra en Anaga.

Fruto de los trabajos iniciales se presentó una propuesta de partida en el Patronato Insular de Pesca el 19 de julio de 2005, y un año más tarde, el 6 de julio de 2006 los resultados y conclusiones del estudio. En esta última reunión se aprobó la creación de las Mesas de Trabajo sobre las Reservas Marinas, a las que asistieron todos los agentes implicados en la declaración y utilización de las Reservas, incluyendo representantes de los pescadores profesionales y de todas las Administraciones competentes. Con el referente de los resultados de los estudios realizados, el Cabildo unificó los criterios para determinar la zonificación, los usos y los usuarios de las Reservas Marinas de Interés Pesquero en Tenerife.



Desde Sí se puede se destaca la labor de consenso que se ha puesto en marcha para la redacción del documento final, con la participación de la práctica totalidad de instituciones y estamentos afectados por la puesta en marcha de una iniciativa de estas características, como el Servicio Técnico de Ganadería y Pesca del Cabildo Insular de Tenerife, Aemón 07 oceanográfico, Universidad de La Laguna, Departamento de Biología Animal, UDI Ciencias Marinas; Facultad de Ciencias Políticas y Sociales; Instituto Canario de Ciencias Marinas, Instituto Español de Oceanografía, Centro Oceanográfico de Canarias y representantes del Sector Pesquero Profesional de las Islas.



Fruto de este consenso el documento final se presentó el día 5 de junio de 2008 ante el Patronato Insular de Pesca, resaltando su Presidente y Consejero de Agricultura Ganadería y Pesca, José Joaquín Betancourt, la existencia de un consenso tan amplio, por lo que se acordó que la propuesta de creación de las dos reservas fuese elevada al Pleno de la Corporación Insular el día 27 de julio de 2008, y el acuerdo se enviará a la Comunidad Autónoma para su tramitación.



Fernando Sabaté, portavoz insular de Sí se puede, manifestó que este injustificado frenazo a las reservas marinas en Tenerife está motivado porque éstas son instrumentos de regeneración de los recursos pesqueros, donde pueden pescar los pescadores profesionales que tradicionalmente han subsistido explotando estos recursos, si bien sometidos a multitud de sistemas de control y con la renuncia a utilizar las artes más peligrosas para el ecosistema y menos selectiva como son las nasas y los trasmallos. Además, la creación de Reservas Marinas conlleva, en la mayoría de los casos, la prohibición de la pesca deportiva realizada desde embarcación, debido a la gran capacidad extractiva de estas embarcaciones y en la escasez de recursos existentes, ya que se debe de favorecer a los profesionales que viven del mar frente a los deportivos que quieren disfrutar de su ocio.



Sabaté remarcó que estamos hablando de los propietarios de embarcaciones deportivas ubicadas en las marinas de Santa Cruz, Anaga, Radazul…., todos ellos muy bien relacionados con el Consejero de Deportes del Cabildo Insular, Dámaso Arteaga, que se han constituido como un “lobby”, que presionando a ese consejero han conseguido paralizar la declaración de estas zonas como Reservas Marinas.



Ante esta situación, Sí se puede exige al Cabildo Insular que dé explicaciones a la sociedad chicharrera de cuales son realmente sus prioridades en este caso concreto, favorecer la subsistencia de un sector actualmente en franca decadencia, como es el pesquero profesional, o favorecer a corto plazo a un grupo de personas que mantienen sus embarcaciones fondeadas la mayor parte del año, que pueden pescar en el resto de la Isla y que en absoluto dependen de la pesca para su supervivencia.