domingo, 28 de enero de 2007

MANIFIESTO

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Aún tenemos isla, ciudadanas y ciudadanos. Así es porque el pueblo canario en Tenerife lo ha decidido en años de marchas, unidad y conciencia. El modelo de desarrollo destructivo, despilfarrador, profundamente injusto y de creciente desigualdad social está recibiendo el rechazo popular y la acción positiva para cambiarlo en profundidad. Vivimos tiempos en que las clases populares despliegan energías crecientes creando espacios para expresar de manera rotunda y continua que desean un presente y un futuro distintos al que imponen los grandes empresarios y sus gobernantes. La lucha por ese cambio alcanza todos los ámbitos de la vida y reclama de quienes estamos ya en marcha ensanchar el camino para amplificar una voz cívica alternativa. .

Los sectores poderosos de Tenerife han orientado toda la vida económica, política, social y cultural en su propio beneficio y en dirección contraria a los intereses del pueblo. El modelo económico depredador, de explotación y antiecológico, el empobrecimiento de la democracia, el deterioro de las condiciones sociales y la promoción de la cultura individualista han supuesto para nuestra sociedad corrupción, mayores desigualdades, expulsión de la comunidad de los centros de decisión, desprotección social, consumismo, marginación, racismo y una pérdida alarmante de identidad y calidad de vida.

Las luchas sociales de los últimos años nos permite comprobar que tenemos conciencia y, por ello, aún podemos desarrollar un proyecto alternativo de vida construido con la puesta en práctica de medidas para redistribuir la riqueza, rehabilitar el deterioro social y medioambiental y regenerar la democracia desde la participación popular. En tal sentido, entendemos que es inaplazable desplegar la acción social, cultural y política del pueblo para la realización de un programa que contemple: más democracia, más participación social en la toma de decisiones; viraje hacia un modelo de desarrollo sostenible y uso no destructivo del patrimonio natural; un programa que propicie un desarrollo urbano democrático, equilibrado, no especulativo, de respeto y potenciación de los barrios tradicionales, opuesto a la segregación clasista y al desarraigo; que potencie los servicios públicos, de protección social y de libertad e igualdad, recuperando su gestión pública; que ponga fin a la transferencia de los presupuestos públicos al capital; que defienda una fiscalidad democrática, adaptada al hecho insular y elimine prebendas como la RIC; que propicie la unidad de los trabajadores y las trabajadoras de Canarias con medidas tales como el establecimiento de convenios colectivos de ámbito canario; que impulse una política cultural de apoyo a la acción creativa del pueblo, reconstruya la identidad colectiva canaria, incorpore a la población a la vivencia enriquecedora de las creaciones culturales universales y forme en una concepción humanista; que defienda un Estatuto de Soberanía de Canarias capaz de potenciar la unidad del pueblo, de promover la complementariedad económica y unificar nuestro espacio geográfico; que profundice las políticas de solidaridad internacional, integración de inmigrantes y cooperación; y que dé rango jurídico a los anhelos de paz del pueblo canario mediante la adopción de un Estatuto de Neutralidad que conlleve la desmilitarización del archipiélago, el fin de las maniobras militares y una activa política de paz, cooperación y de respeto a las soberanías nacionales.

Manifestamos nuestra convicción de que llevar adelante este proyecto alternativo requiere la más amplia y activa participación en organizaciones de toda índole. Es nuestra intención articular un espacio político unitario que busque con su lucha firme y justa ganarse el reconocimiento del pueblo y sea capaz de integrar a los sectores más conscientes y decididos de éste.

Respetamos y apoyamos a las organizaciones sociales, culturales, sindicales y políticas que los sectores populares han creado y sostenido durante años en nuestras islas. Reconocemos su labor y sentimos que son sus ideas diversas, su trabajo y su presencia quienes hacen posible que hoy estemos avanzando en este nuevo reto de unidad y capacidad.

Entendemos que el espacio político unitario cuyo proceso de construcción iniciamos ha de integrar democráticamente la pluralidad de posiciones, colectivos y personas que aspiran a levantar una alternativa de cambio real en Tenerife. En consecuencia, manifestamos que la estructura organizativa de este espacio político armonizará y garantizará, en todos sus niveles, la representación y participación de las personas y de las organizaciones a él vinculadas.

Manifestamos nuestra voluntad de trabajar el tiempo que haga falta en la realización de este proyecto, y de hacerlo en todos aquellos ámbitos, sociales e instituciones, donde se dirimen los asuntos de la vida pública. Desde ahora, las puertas están abiertas para recibir a quienes, por su pasado y presente, aportan un compromiso inobjetable con estos fines. Las puertas están abiertas para quienes creen que aún tenemos isla y que el futuro será protagonizado por las grandes mayorías.